Contexto Literario en la Epístola a los Hebreos
Ubicación y significado del capítulo dentro de la carta a los Hebreos
El capítulo 7 de Hebreos ocupa un lugar central en el argumento de la epístola, donde el autor desarrolla a plenitud el tema del sacerdocio supremo de Jesucristo. En capítulos anteriores, Hebreos presentó a Cristo como Hijo superior a los ángeles y a Moisés, y como sumo sacerdote compasivo (Heb 1–5).
Al final del capítulo 6, el autor reintrodujo el tema con la declaración: "Jesús ha entrado por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec" (Heb 6:20). De hecho, el capítulo 6 termina repitiendo la cita mesiánica del Salmo 110:4 – "Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec" – que ya se había mencionado antes (Heb 5:6,10).
Como comenta Matthew Henry, "el capítulo anterior terminó con la repetición de lo dicho en el Salmo 110:4... Ahora, este capítulo 7 es como un sermón sobre ese texto".
Hebreos 7 retoma esa promesa divina y la expone en detalle como "alimento sólido" para los creyentes (cf. Heb 5:14), esperando que sus lectores, tras la exhortación a madurez de Heb 5:11–6:20, estén ahora listos para comprender una enseñanza más profunda.
Estructura del Capítulo 7
Dentro de la estructura de Hebreos, el capítulo 7 marca el inicio de la sección doctrinal más extensa (Heb 7–10) sobre el sacerdocio de Cristo y el nuevo pacto. Se puede dividir en tres secciones principales:
- Melquisedec como tipo de Cristo (vv.1-10) - Presenta quién es Melquisedec y por qué su sacerdocio es tipo (figura) del de Cristo.
- La insuficiencia del sacerdocio levítico (vv.11-19) - Muestra por qué era necesario un nuevo sacerdocio.
- La superioridad del sacerdocio de Cristo (vv.20-28) - Explica cómo Jesús cumple ese nuevo sacerdocio "según Melquisedec" con juramento divino, permanencia eterna y santidad perfecta.
Este capítulo prepara el terreno para los capítulos siguientes, donde se tratará el nuevo pacto (cap. 8) y el sacrificio único de Cristo (caps. 9–10).
Relevancia Literaria
Literariamente, Hebreos 7 es un punto de inflexión: del argumento general de la superioridad de Cristo se pasa específicamente a la superioridad de su sacerdocio. Es la base teológica para afirmar que el antiguo sistema de sacerdotes y sacrificios ha sido reemplazado por algo mejor en Jesucristo.
Como indica F.F. Bruce, el autor de Hebreos entrelaza hábilmente textos del AT (Salmo 110, Génesis 14) con su explicación, mostrando que las "ausencias" deliberadas en la narración bíblica sobre Melquisedec sirven para presentarlo como un tipo de Cristo.
Trasfondo Histórico y Cultural
Sacerdocio levítico y la figura de Melquisedec
El Sacerdocio Levítico
Para comprender Hebreos 7, es clave recordar el contexto judío del sacerdocio levítico:
- Origen: Bajo la ley de Moisés, solo los descendientes de Leví –específicamente de la línea de Aarón– podían servir como sacerdotes (Éxodo 28:1).
- Función: Los sacerdotes levíticos oficiaban los sacrificios diarios y anuales en el tabernáculo/templo, actuando como mediadores entre Dios y el pueblo.
- Jerarquía: El sumo sacerdote (de linaje aarónico) entraba al Lugar Santísimo una vez al año con la sangre de expiación (Levítico 16).
- Limitaciones: Este sacerdocio era hereditario y temporal; cuando un sumo sacerdote moría, era sucedido por otro de su familia.
- Debilidad: Los sacerdotes tenían sus propios pecados, por lo cual debían ofrecer sacrificios por sí mismos además de por el pueblo (Heb 5:2-3).
Todo el sistema levítico era fundamental en la identidad religiosa judía, pero también tenía limitaciones: los sacrificios debían repetirse y no lograban perfeccionar la conciencia del adorador (Heb 10:1-4).
Melquisedec en la Historia
En contraste, Melquisedec aparece mucho antes de la instauración del sacerdocio levítico. La única referencia histórica está en Génesis 14:18-20:
Este relato muestra que Melquisedec fue contemporáneo de Abraham (siglos antes de Moisés) y que ejercía un doble rol: "rey de Salem" y "sacerdote del Dios Altísimo". Salem muy probablemente corresponde a Jerusalén (Salem = "paz", cf. Sal 76:2), ciudad sobre la cual reinaba este Melquisedec.
Era un rey cananeo (no israelita, pues Israel aún no existía como nación) que adoraba al Dios verdadero. Culturalmente, en tiempos patriarcales no era extraño que reyes actuaran a la vez como sacerdotes.
La Figura de Melquisedec en la Tradición
Melquisedec quedó envuelto en misterio en la tradición judía debido a la brevedad de su aparición. No se menciona su linaje ni su muerte, a diferencia de la mayoría de personajes de Génesis que están inseridos en genealogías.
Interpretaciones Históricas
- Algunos rabinos antiguos proponían que Melquisedec era en realidad Sem (hijo de Noé), que vivió muchas generaciones y pudo haber sido contemporáneo de Abraham.
- Otros sugerían que fue un ángel o inclusive el Espíritu Santo en forma visible.
- Una interpretación cristiana histórica es que Melquisedec fue una aparición pre-encarnada de Cristo mismo (una "Cristofanía").
- Sin embargo, la mayoría de comentaristas concuerdan en que Melquisedec fue un hombre real, un rey-sacerdote cananeo que "fue levantado por Dios como tipo de Cristo, y fue honrado por Abraham como tal".
En el Salmo 110:4, escrito siglos después por el rey David, aparece otra mención crucial: "Juró Jehová y no se arrepentirá: Tú [el Mesías] eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec". Este salmo, de carácter claramente mesiánico, une la figura del rey davídico con la de un sacerdote eterno no-levítico (porque David era de Judá, no de Leví).
Los judíos entendían este pasaje como una profecía del Mesías venidero, quien cumpliría un sacerdocio diferente al aarónico. Así, el AT proporciona dos piezas: Melquisedec en Génesis (un sacerdote-rey gentil del Dios Altísimo) y la promesa mesiánica en Salmos de un sacerdocio perpetuo "a la manera de Melquisedec".
Melquisedec en Hebreos 7
Interpretación de su persona y tipo de Cristo
Análisis del nombre y títulos de Melquisedec
"Melquisedec, rey de Salem"
El nombre Melquisedec (Μελχισέδεκ) en sí es significativo. En hebreo, malkī-ṣedek se interpreta como "rey de justicia", y así lo explica Hebreos: "cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia".
Además, se le identifica como "rey de Salem", y el texto añade: "esto es, Rey de paz". Salem probablemente es Jerusalem, y deriva de la raíz shalom, que significa paz.
Así, Melquisedec une en sí justicia y paz – dos cualidades mesiánicas claras. Cristo, el antitipo, es Rey de justicia (Jer 23:5-6 lo llama "Jehová, justicia nuestra") y Príncipe de paz (Is 9:6).
Matthew Henry comenta que Jesús es rey "justo en su título y justo en su gobierno... ama la justicia...; y por su justicia hizo la paz". El mismo orden es relevante: primero justicia, luego paz – indicando que la verdadera paz con Dios procede de la justicia provista por Cristo.
"Sacerdote del Dios Altísimo"
Melquisedec es único en Génesis por ser un sacerdote de El Elyon (Dios Altísimo) fuera de la familia de Abraham. Esto muestra que Dios tenía testigos aún entre las naciones.
Que Abraham le reconozca y reciba bendición de él implica que Melquisedec representaba verdaderamente a Dios. En este sentido, Melquisedec sirve de tipo de Cristo:
- Era a la vez rey y sacerdote, algo que la ley mosaica prohibía combinar en una sola persona (ningún rey de Israel podía usurpar funciones sacerdotales, cf. 2Cr 26:18).
- Su función de rey-sacerdote Gentil muestra un sacerdocio universal, no limitado a Israel.
En Cristo convergen el reinado y el sacerdocio perfectamente, como en Melquisedec. El Mesías es anunciado en Zac 6:13 como quien "llevará la gloria, y se sentará y dominará en su trono; y habrá sacerdote a su lado, y consejo de paz habrá entre ambos" – una profecía de la unión de ambas dignidades en la persona de Jesús.
"Sin padre, sin madre, sin genealogía"
En los registros bíblicos no se menciona el padre, madre ni línea genealógica de Melquisedec, ni su nacimiento ni muerte. Esto no significa que literalmente no los tuviera (era un hombre, por tanto tuvo padres biológicos y un fin de sus días), sino que la Escritura omite esos datos a propósito.
Los lectores judíos notarían lo inusual de esto, pues Génesis suele detallar las genealogías ("estos son los descendientes de…"). Según una tradición interpretativa rabínica, a veces "lo que el texto no dice es tan significativo como lo que dice".
El autor de Hebreos deliberadamente se apega a lo que dice la Escritura, sin añadir conjeturas, para resaltar el paralelismo tipológico: Melquisedec es hecho semejante al Hijo de Dios en el registro bíblico, de modo que prefigura el sacerdocio eterno de Cristo.
F. F. Bruce explica: "En el único registro que la Escritura provee de Melquisedec, él aparece como un hombre vivo... y como tal desaparece. En todo esto — en los silencios tanto como en las afirmaciones — es un tipo adecuado de Cristo... Melquisedec permanece sacerdote continuamente durante el tiempo de su aparición en la narración bíblica".
"Hecho semejante al Hijo de Dios"
Notemos que Heb 7:3 no dice que Cristo sea hecho semejante a Melquisedec, sino al revés: Melquisedec fue hecho semejante al Hijo de Dios. Esto implica que la realidad suprema es Cristo, y Melquisedec fue moldeado providencialmente para apuntar a Él.
Cristo es el original; Melquisedec, la copia (en términos de tipo/antitipo). Esta semejanza incluye los rasgos ya dichos: reino justo y pacífico, sacerdocio auténtico ante Dios, sin sucesión genealógica en la narración y duración indefinida. Melquisedec permanece "sacerdote para siempre" en sentido tipológico (figural), mientras que Cristo permanece realmente sacerdote para siempre en virtud de su resurrección y vida eterna (Heb 7:16,24).
Melquisedec bendice a Abraham y recibe sus diezmos
Hebreos 7:1 y 7:4-10 destacan dos acciones del relato de Génesis:
- Melquisedec bendijo a Abraham, lo cual implica autoridad espiritual, pues "sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor" (7:7).
- Abraham le dio el diezmo del botín, reconociéndolo como sacerdote legítimo de Dios.
Estos actos se analizan para inferir la grandeza superior de Melquisedec sobre Abraham (y por ende sobre Leví, su descendiente). El autor usa la idea de representación corporativa: cuando Abraham dio el diezmo, "por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví" (v.9-10).
En conclusión, Melquisedec en Hebreos 7 es presentado como un prototipo divinamente dispuesto de Jesucristo. Su nombre y cargo apuntan a las cualidades mesiánicas de justicia y paz; su falta de genealogía registrada apunta a la eternidad e independencia del sacerdocio de Cristo; su función de rey-sacerdote anticipa la unión de estos roles en Cristo; y sus interacciones con Abraham demuestran su preeminencia, preparando el argumento de que el sacerdocio "según Melquisedec" es superior al levítico.
Análisis de Términos Griegos Clave en Hebreos 7
Estudio de las palabras griegas fundamentales para entender el capítulo
Para profundizar en el texto, veamos algunos términos griegos importantes del capítulo, especialmente los relacionados con Melquisedec, el sacerdocio y el diezmo, que encierran matices teológicos:
Palabra griega | Transliteración | Significado y uso |
---|---|---|
Μελχισέδεκ | Melquisedec | Es la transliteración griega del hebreo Malki-tsedeq. Significa literalmente "rey de justicia", como indica el verso 2: "cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia". El autor usa la palabra griega ἑρμηνευόμενος ("siendo traducido") para explicar el nombre. |
Σαλήμ | Salem | Es el nombre de la ciudad que gobernaba Melquisedec, interpretado en Heb 7:2 como "Rey de paz". Σαλήμ translitera el hebreo Shalem (relacionado a shalom, "paz"). La frase griega es βασιλεὺς εἰρήνης ("rey de paz"). |
ἱερεύς / ἱερωσύνη | Hiereus / Hierōsynē | "Sacerdote" / "Sacerdocio" - Estas palabras provienen de la raíz hier- que denota lo sagrado. Hebreos 7 usa hierosýnē cuando habla del "sacerdocio levítico" (7:11). |
τάξις | Táxis | Significa "orden", "grado" o "rango". Hebreos 7 la emplea repetidamente en la frase "κατὰ τὴν τάξιν Μελχισεδέκ" – "según el orden de Melquisedec". Indica un tipo de sacerdocio, una clasificación distinta a la de Aarón. |
δεκάτη | Dekátē | Significa literalmente "una décima parte". Aparece en Heb 7:2,4,8,9 para referirse a lo que Abraham entregó a Melquisedec. También se usa el verbo relacionado δεκατόω (dekatoō, "diezmar"), por ejemplo en 7:9. |
τελείωσις | Teleíōsis | "Perfección" - En Heb 7:11 se plantea: "Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico…". De telos (fin, meta), que significa cumplimiento, consumación o llevar a la meta. |
Términos clave adicionales
μετάθεσις (metáthesis) - "cambio"
Heb 7:12 afirma: "Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley". Aquí "cambio" traduce metáthesis, que es literalmente transposición, remoción o cambio de lugar.
Se utiliza para indicar que al trasladarse el sacerdocio de un orden a otro, forzosamente hay una alteración en la legislación o pacto vigente.
Este término subraya la ruptura/discontinuidad: el sacerdocio de Cristo no es simplemente una sucesión, sino que trae un cambio radical de régimen (del Antiguo al Nuevo Pacto).
ὅρκος (horkos) - "juramento"
Un concepto importante en Heb 7 es el juramento de Dios que confirmó a Cristo como sacerdote (citado del Sal 110:4). La palabra griega para "juramento" es horkos (7:20) o el verbo omnúō (jurar).
Heb 7:20-22 resalta que los sacerdotes levitas fueron hechos sin juramento divino, pero Cristo fue constituido con el juramento de Dios. El autor señala que este juramento resalta la certeza e inmovilidad del propósito de Dios.
Por este juramento, Jesús es "fiador" (enguos) de un mejor pacto (7:22).
Términos finales de importancia teológica
ἀπαράβατον (aparábaton) - En Heb 7:24 se afirma que Jesús tiene un sacerdocio "inmutable". Aparábaton en griego literalmente significa "que no pasa a otro", es decir, intransferible e imperecedero. Algunas versiones traducen "inmutable" o "que no se transmite". La idea es que, a diferencia del sacerdocio levítico que pasaba de padre a hijo, el sacerdocio de Cristo permanece en el mismo sacerdote para siempre.
"Salvar hasta lo sumo" - En Heb 7:25 se dice que Cristo puede "salvar perpetuamente" (RVR1960) o "salvar por completo" a los que por Él se acercan a Dios. El adverbio griego es παντελῶς (pantelōs), que conlleva la idea de plenitud y continuidad, es decir, completamente y para siempre.
Estos términos griegos nos permiten apreciar mejor la riqueza doctrinal de Hebreos 7. El autor, con precisión de lenguaje, contrasta lo temporal vs. eterno, lo imperfecto vs. perfecto, lo transitorio vs. inmutable, usando palabras que resaltan la novedad e inmutabilidad del sacerdocio de Cristo en comparación con el antiguo.
Conexión Teológica con el Antiguo Testamento
Génesis 14 y Salmo 110 en Hebreos 7
El capítulo 7 de Hebreos es un excelente ejemplo de interpretación bíblica intertextual, donde textos del Antiguo Testamento son citados y reinterpretados a la luz de Cristo. En particular, se basa en Génesis 14:17-20 y Salmo 110:4.
Génesis 14:17-20
Este pasaje histórico proporciona los hechos: Melquisedec, rey y sacerdote, se encuentra con Abraham tras su victoria sobre cuatro reyes, le da pan y vino, lo bendice en nombre de Dios Altísimo, y Abraham le da el diezmo de todo.
Hebreos 7:1-2 cita resumidamente ese encuentro, y luego en Heb 7:4-10 el autor medita en dos implicaciones:
- Abraham dio diezmos a Melquisedec, lo cual implica que Melquisedec es mayor que Abraham, puesto que "considerad cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín" (7:4).
- Melquisedec bendijo a Abraham, lo cual implica igualmente superioridad: "sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor" (7:7).
Salmo 110:4
Este texto profético es citado explícitamente en Heb 7:17 y 7:21. Ya había sido citado en Heb 5:6 y 6:20, pero en cap.7 se analiza su significado.
El Salmo 110, reconocido como mesiánico (Jesús mismo lo aplicó al Mesías en Mt 22:42-45), presenta al futuro descendiente de David no solo como señor y rey (Sal 110:1-3) sino también como sacerdote eterno.
En Hebreos, el autor establece varios puntos teológicos basados en esta profecía:
- Un sacerdocio no-levítico para el Mesías: Dado que la tribu de David es Judá, por la ley de Moisés ningún judío de esta tribu podía ser sacerdote (Heb 7:13-14). Por tanto, el Mesías tendría un sacerdocio de otro orden.
- Un sacerdocio eterno y juramentado por Dios: El Salmo 110:4 está enmarcado en un juramento divino: "Juró YHWH y no se arrepentirá". Hebreos enfatiza que Dios no juró nada semejante para los sacerdotes levitas.
La convergencia en Cristo
Hebreos 7 conecta a la perfección estas Escrituras del AT para su argumento:
- De Génesis toma la figura histórica de Melquisedec y la interacción con Abraham para establecer que su orden es superior a la de los levitas (descendientes de Abraham).
- Del Salmo 110 toma la declaración profética de Dios para afirmar que Cristo cumple ese orden superior de manera eterna.
Es un brillante ejemplo de exégesis cristológica: aquello que estaba en semilla en el AT (un sacerdocio regio distinto) florece en el NT con Cristo. Notemos además que esta interpretación no fuerza los textos, sino que revela su intención última.
Génesis 14, aunque narrativo, deja un cabo suelto (¿quién es este sacerdote misterioso?), y Salmo 110 lo retoma como promesa para el Mesías. Hebreos 7 une los puntos: Jesús es el punto de convergencia de esa historia y esa profecía.
Por eso pudo decir a sus discípulos que Moisés, los Salmos y los Profetas hablaban de Él (Lc 24:27,44). En Hebreos, vemos ese principio en acción: Melquisedec era un tipo deliberado de Cristo, y Cristo es el cumplimiento perfecto de ese modelo.
Comparación entre el sacerdocio levítico y el sacerdocio de Cristo
Análisis de las diferencias fundamentales
El corazón de Hebreos 7 es la comparación contrastante entre el antiguo sacerdocio levítico (de la ley de Moisés) y el nuevo sacerdocio de Jesucristo "según el orden de Melquisedec":
Aspecto | Sacerdocio Levítico | Sacerdocio de Cristo |
---|---|---|
Origen y base | Descendencia física de Aarón. Basado en "mandamientos acerca de la carne" (7:16) | Designación divina directa por juramento. Basado en "poder de vida indestructible" (7:16) |
Duración | "Aquellos sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar" (7:23) | "Más éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable" (7:24) |
Sucesión | Muchos sacerdotes a lo largo del tiempo, por sucesión familiar | Un solo sacerdote eterno, sin sucesores |
Carácter moral | Sacerdotes con pecado que debían ofrecer "primeramente por sus propios pecados" (7:27) | "Santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores" (7:26) |
Eficacia sacrificial | Múltiples sacrificios diariamente, año tras año, que no lograban perfección | "No tiene necesidad cada día... de ofrecer sacrificios... porque esto lo hizo una vez para siempre" (7:27) |
Pacto asociado | Antiguo Pacto (ley de Moisés) | Nuevo Pacto - "de un mejor pacto es hecho fiador Jesús" (7:22) |
Consecuencias del cambio de sacerdocio
Hebreos 7:12 establece un principio crucial: "cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley". Esto significa que la llegada del sacerdocio de Cristo implica la caducidad del antiguo sistema mosaico.
En el contexto judío, esto era revolucionario: significaba que el sistema de culto centralizado en Jerusalén, los sacrificios de animales, y el sacerdocio levítico habían sido reemplazados por la obra de Cristo.
La suficiencia del sacerdocio de Cristo
Hebreos 7:25-28 resume la superioridad del sacerdocio de Cristo y su perfecta idoneidad:
Aplicación Teológica
Esta comparación es crucial para entender por qué los primeros cristianos, especialmente los de trasfondo judío, pudieron separarse del sistema templario de Jerusalén. Lo que tenían en Cristo era superior en todo sentido:
- Un sacerdote inmortal vs. sacerdotes mortales
- Un sacrificio perfecto vs. sacrificios repetitivos
- Un mediador santo vs. mediadores pecadores
- Un nuevo pacto vs. un sistema anticuado
Para nosotros hoy, esto significa que tenemos plena seguridad en la obra de Cristo, sin necesidad de mediadores humanos adicionales o rituales repetitivos. El sacrificio es completo, el sacerdote es eterno, y el acceso a Dios es total.
El tema del diezmo en Hebreos 7
Contexto y resignificación en el argumento del autor
El diezmo aparece en Hebreos 7 como parte central del argumento sobre Melquisedec y Leví. Es pertinente profundizar en su significado en el contexto original del AT y cómo el autor de Hebreos lo emplea teológicamente.
El diezmo en el Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, el diezmo era establecido en la Ley como la décima parte de las cosechas y ganados, consagrada a Dios para sostén del culto. Específicamente:
- Los levitas recibían los diezmos de todo Israel como herencia, pues no tenían porción de tierra (Números 18:21-24).
- A su vez, los levitas daban un diezmo de los diezmos a los sacerdotes (Num 18:26).
- Era un mandato "según la ley" (Heb 7:5) que indicaba un deber del pueblo hacia la tribu elegida para servir en el santuario.
Sin embargo, antes de la ley de Moisés, encontramos en Génesis 14 el caso de Abraham dando voluntariamente el diezmo de los despojos de guerra a Melquisedec. No fue por mandato escrito (la Ley vendría siglos más tarde con Moisés), sino un acto espontáneo de honor y gratitud.
El uso teológico en Hebreos 7
Hebreos 7 retoma este incidente para fundamentar que Melquisedec era mayor que Abraham (y Leví). Dice:
El autor desarrolla que Leví, figurativamente, también pagó el diezmo en Abraham: "por decir así, en Abraham pagó el diezmo también Leví" (7:9).
¿Qué enseña esto? Principalmente, la superioridad del sacerdocio de Melquisedec: Abraham, antepasado de Leví, se pone en posición de dador de diezmo, y Melquisedec en posición de receptor autorizado de lo sagrado.
Como comenta John Gill, Melquisedec aceptó estos diezmos no porque los necesitara materialmente (era rey, con sus propios recursos), sino como "testimonio de la gratitud [de Abraham] por la victoria obtenida, y de su reverencia y sujeción al sacerdote de Dios".
¿Implica esto un mandato del diezmo para los cristianos?
La mención del diezmo en Hebreos 7 es principalmente ilustrativa, no normativa. Varios comentaristas señalan que no se debe usar Génesis 14 o Hebreos 7 como mandato directo de diezmo para la iglesia, pues las circunstancias son muy específicas.
John Gill, por ejemplo, enfatiza: "esto [el diezmo de Abraham] no es prueba de obligación de los hombres a pagar diezmos ahora... fue un acto voluntario, no ordenado por ley alguna; se hizo solo una vez, no constantemente; fue de los despojos del enemigo, no de sus bienes personales o del fruto de la tierra; ni fue para el mantenimiento de Melquisedec (que era rey y estaba bien provisto), sino para testificar gratitud a Dios por la victoria y reverencia al sacerdote de Dios".
En el Nuevo Testamento, fuera de Hebreos 7, el diezmo apenas se menciona (Jesús lo aludió al reprender a fariseos por descuidar lo más importante, Mt 23:23). La enseñanza apostólica para la iglesia se enfoca más en la generosidad voluntaria y proporcional según la prosperidad de cada uno, dando con alegría, no por obligación (2Co 9:7; 1Co 16:2).
Aplicación contemporánea
Hebreos 7 resignifica el diezmo de Abraham no como una ley a seguir, sino como un símbolo de algo mayor: Abraham, portador de la promesa, sometiéndose a un sacerdote superior.
Aplicado a nosotros, podríamos ver en ello una invitación a rendir honor y tributo a Cristo. Si Abraham le dio a Melquisedec "lo mejor" (una décima parte de lo ganado en batalla) como reconocimiento de la autoridad de Dios, ¿no deberíamos nosotros ofrecer nuestras vidas, tiempo, recursos y adoración a Jesucristo, nuestro Rey y Sacerdote eterno?
Uso de comentarios bíblicos reconocidos
Perspectivas de diferentes estudiosos sobre Hebreos 7
Para enriquecer nuestra exégesis, es valioso considerar cómo diversos comentaristas a lo largo de la historia han interpretado este capítulo:
Matthew Henry (1662-1714)
Este comentarista puritano ofrece reflexiones devocionales y prácticas. Henry subraya la idea de Hebreos 7 como "sermón" sobre Salmo 110:4. Respecto a Melquisedec como tipo de Cristo, comenta que Jesús es rey "justo en su título y justo en su gobierno... ama la justicia...; y por su justicia hizo la paz".
También Henry enfatiza aplicaciones espirituales: así como Abraham honró a Melquisedec, nosotros debemos honrar a Cristo con nuestras ofrendas y sujeción. Celebra el consuelo de tener un sacerdote inmutable que vive para interceder: "no hay vacante en este sacerdocio; esto es nuestra seguridad, que este sumo sacerdote eterno puede salvarnos por completo".
John Gill (1697-1771)
Este erudito bautista ofrece un comentario detallado con aportes de la erudición judía. Gill profundiza en la identidad de Melquisedec, citando opiniones rabínicas (Sem, un ángel, etc.) para luego concordar en que fue un hombre tipo de Cristo.
Explica el significado exacto del diezmo de Abraham: enfatiza su carácter voluntario, único, de los despojos de guerra, no de sus bienes regulares, y no impuesto por ley. Esto aporta matices importantes para no legislar una doctrina del diezmo cristiano basado en Abraham.
Gill también proporciona datos históricos curiosos, e.g., la conexión de Salem con Jerusalén y que "Melquisedec" pudo haber sido un título recurrente de reyes jebuseos.
F. F. Bruce (1910-1990)
Como erudito contemporáneo, Bruce aporta un análisis del texto original y su contexto histórico. Aclara que el autor de Hebreos no ignora que históricamente Melquisedec tuvo padres y posiblemente una dinastía de sacerdotes, pero esos datos "eran ajenos a su propósito"; lo importante es el registro inspirado.
Bruce resalta la intención literaria de presentar a Melquisedec de cierta manera: "En el único registro que la Escritura provee de Melquisedec, él aparece como un hombre vivo... y como tal desaparece. En todo esto — en los silencios tanto como en las afirmaciones — es un tipo adecuado de Cristo... Melquisedec permanece sacerdote continuamente durante el tiempo de su aparición en la narrativa bíblica".
Otros comentaristas
B.F. Westcott (1825-1901) nota matices lingüísticos: εἰς τὸ διηνεκές ("para siempre") en Heb 7:3 puede interpretarse en un sentido literario como "continuamente", sin restar valor a la eternidad real del sacerdocio de Cristo.
William Lane (contemporáneo) resalta que Hebreos sigue métodos de interpretación judía de la época, pero guiados por la revelación de Cristo.
A.W. Pink (1886-1952) considera la omisión intencional de la genealogía de Melquisedec como obra del Espíritu Santo para presentarlo como "una representación perfecta del Señor Jesús".
Philip E. Hughes (1915-1990) enfatiza que Melquisedec es deliberadamente presentado sin genealogía siguiendo un patrón interpretativo judío, transformado por la revelación cristiana.
El aprovechamiento de estos comentarios nos ha permitido asegurar que nuestra interpretación de Hebreos 7 esté en línea con la comprensión histórica de la iglesia y con un análisis serio del texto.
Además, aportan riqueza de detalles (lingüísticos, contextuales) que difícilmente se obtienen de una lectura superficial. Vemos así cómo exégetas de distintas épocas han honrado este pasaje: reconociendo su meticulosa construcción teológica y su profunda cristología tipológica.
Aplicación Teológica para Hoy
El significado y relevancia actual del sacerdocio de Cristo
¿Qué significa todo esto para nosotros en la actualidad? ¿Cómo impacta nuestra fe el entender a Cristo como sumo sacerdote según el orden de Melquisedec y el reconocer la caducidad del antiguo sistema de sacrificios?
1. Acceso directo a Dios
La obra sacerdotal de Cristo nos da plena confianza para acercarnos a Dios. Hebreos 7:19 habló de "una mejor esperanza por la cual nos acercamos a Dios". Gracias a Jesús como nuestro sumo sacerdote eterno, tenemos acceso directo al Padre.
Ya no dependemos de sacerdotes humanos que ofrezcan sacrificios por nosotros año tras año. Cristo abrió un camino nuevo y vivo hacia la presencia de Dios (Heb 10:19-22).
Esto significa que en la vida devocional y de oración, podemos acercarnos con confianza al trono de la gracia (Heb 4:16), sabiendo que Jesús intercede por nosotros constantemente. No hay pecado demasiado grande que su sacrificio no haya expiado.
2. Una nueva realidad espiritual
Ya no vivimos bajo las sombras del antiguo pacto, sino en la realidad del nuevo. El creyente ya no está bajo la ley ceremonial de Israel, con sus ritos y sacerdocio terrenal.
Todas esas cosas eran "sombra de lo venidero" (Heb 10:1), "figuras" de la obra de Cristo. Ahora que Cristo ha venido como sumo sacerdote del nuevo pacto, las sombras han cumplido su propósito.
Esto nos guarda de cualquier retroceso hacia sistemas religiosos legalistas que pretendan reenlazar la salvación a obras o rituales. No necesitamos añadir mediadores adicionales ni ritos expiatorios extras, porque su sangre ya logró la expiación eterna.
3. Un sacerdote perfectamente adecuado
Jesucristo, nuestro sumo sacerdote, satisface completamente nuestra necesidad espiritual. En la práctica, esto significa que Jesús llena cada espacio de necesidad entre Dios y nosotros:
- ¿Necesitamos alguien que nos represente ante el Padre? Cristo lo hace con compasión (Heb 4:15) y eficacia.
- ¿Necesitamos purificación de conciencia? Su sangre la provee (Heb 9:14).
- ¿Necesitamos guía y gobierno espiritual? Él es Rey justo que nos gobierna con equidad y paz.
No hay vacío en la provisión de Cristo. Esto debe infundir en el creyente una profunda tranquilidad y gozo: "¡El Señor es mi pastor; nada me faltará!" podría parafrasearse en contexto de Hebreos 7 como "El Señor es mi sumo sacerdote; nada falta para mi reconciliación con Dios".
4. Nuestra respuesta práctica
Si Cristo es todo esto para nosotros, ¿cómo debemos responder?
- Adoración plena: Así como Abraham honró a Melquisedec, honremos a Cristo reconociendo su señorío sobre todo lo nuestro. Esto incluye nuestra alabanza (Heb 13:15), nuestras buenas obras y generosidad (Heb 13:16), y nuestras vidas en santidad (Rom 12:1).
- Perseverancia confiada: Entender que Jesús intercede por nosotros nos anima a perseverar en la fe. Sabemos que no estamos solos en la lucha: "Él vive siempre para interceder" (7:25). Por tanto, cuando vengan pruebas o incluso cuando fallemos, recordemos que tenemos un Abogado ante el Padre.
- Nueva perspectiva del culto: La iglesia cristiana, al no tener ya un altar de sacrificios animales ni un sacerdocio humano sacrificial, traslada esos conceptos a realidades espirituales. Cristo se ofreció una vez, y ese es el centro de nuestro culto (lo recordamos en la Cena del Señor). Ahora nuestros "sacrificios" son espirituales - adoración, servicio y obediencia.
Conclusión
Hebreos 7 nos dirige la mirada al glorioso oficio presente de Cristo en el cielo y a la realización plena de la salvación que Él logró. Nos enseña a apreciar que todo el andamiaje del AT apuntaba hacia Él y que ahora en Él tenemos lo real y definitivo.
Esto debe cultivar en nosotros una fe inconmovible en Cristo, una gratitud profunda porque "tenemos tal sumo sacerdote", y un amor que se traduce en adoración y consagración.
Ya no hay barrera de pecado ni velo que nos separe, Jesús nuestro Melquisedec ha salido a nuestro encuentro con pan y vino, con su cuerpo y su sangre, para bendecirnos; respondamos como Abraham: rindiéndonos en fe y reconocimiento, dando toda la gloria a Dios Altísimo que nos entregó a su Hijo.